𝘗𝘰𝘳: 𝘋𝘳𝘢. 𝘊𝘭𝘢𝘶𝘥𝘪𝘢 𝘏𝘦𝘳𝘦𝘥𝘪𝘢 𝘎𝘰𝘯𝘻𝘢́𝘭𝘦𝘻
Monterrey, Nuevo León. Hoy 12 de Octubre “Día de la Raza” con la cual de celebrar el “Descubrimiento de América” y las hazañas del genovés Cristóbal Colón, en el Siglo XV; ahora “Día de la Nación Pluricultural” en México, para darle “vuelta a la página” de la historia y destacar la jornada de lucha y reivindicación en la que los indígenas de todo el continente es decir no solo del país, defienden el reconocimiento de sus identidades, cultura, territorios y recursos.
La fecha para decretarse el 12 de Octubre, se remonta desde Porfirio Díaz, en 1892, luego en 1917 con Venustiano Carranza, pero hasta 1928 con el diplomático y educador José Vasconcelos en 1928, quien logró instituir la celebración, durante el gobierno de Emilio Portes Gil. La oficialización de esta conmemoración ocurrió el 10 de octubre de 1929 que el Congreso de la Unión aprobó declarar el 12 de octubre como fiesta nacional y al que decidieron llamar “Día de la Raza” y Aniversario del «Descubrimiento de América».
Pero seguramente se estará usted preguntando ¿Qué tiene que ver todo esto con el tema del probable secuestro del legislador tamaulipeco? Simple, porque más allá de apasionamientos históricos, y reclamos hacia sucesos que pasaron hace más de 500 años, sin dejar de dar importancia y el valor a la historia que nos otorga identidad como mexicanos, rescatando lo que nos pertenece con cimentadas bases que nos heredaron las primeras civilizaciones, en lo que deberíamos todos gobierno y sociedad es enfocarnos en transformar la realidad, en la que permea fuerte la violencia, y haciendo respetuosa metáfora, no es ningún descubrimiento nuevo. Ha sido el reto permanente de los gobiernos.
Así las cosas, la «hazaña liberatoria» del también integrante panista de la cámara de diputados en el Estado de Tamaulipas, gracias a los oficios de inteligencia y sus estrategias de operación y protección ciudadana, así como protocolos de investigación, afortunadamente el asambleísta, está de regreso a su casa, eso es bueno.
Sin embargo, la realidad del ciudadano, no me refiero a los altos funcionarios, que también son ciudadanos al servicio de la patria, sino a los ciudadanos de a pie, cuyas circunstancias menos afortunadas, no de que «hoy le secuestran y mañana le liberan», cuando “per se” , el secuestro es un delito grave, es de los actos que lastiman profundamente la dignidad humana, por ser crímenes de lessa humanidad, la privación ilegal de la libertad, como ha sucedido con el tema del secuestro de un legislador en Tamaulipas. ¿Si esto le sucede a un diputado, qué esperaría el resto de la ciudadanía?
La reflexión es si eso le sucede a un alto funcionario, de los que despachan desde un Congreso, del cual emanan las leyes y muchas decisiones que impactan en la vida de la ciudadanía, de quienes se entiende cuentan con protección y seguridad personal. Insisto afortunadamente ha sido «liberado» en menos de las 72 horas que marca la ley, para declarar desaparecida a una persona y esto es de reconocérsele al Estado, la capacidad de inteligencia y estrategia en estos delicados temas.
Así que volviendo al tema del «Día de la Raza» o mejor dicho a partir del 2020, en nuestro país “Día de la Nación Pluricultural” donde todas las ideas importan, y la diversidad de la cultura es lo que debe causar eco, no solo en las personas, también en las instituciones, es por lo que a colación de estos asuntos de seguridad y de paz de los individuos, más allá de si es ciudadano legislador o ciudadano común, todos tengan acceso en igualdad a la tranquilidad que toda persona en calidad de ser humano, merece en un estado de derecho.
De ese tamaño es el reto, enfocar los esfuerzos y la inteligencia del aparato del estado, y no solo me refiero a Tamaulipas, sino a lo largo y ancho del país donde la violencia escala niveles insospechados, registrando sucesos de criminalidad de alto impacto, de los cuales también debemos reclamar con voz firme las y los ciudadanos de bien, y exigir mayores recursos a la prevención del delito, a la participación social, impulsando la cultura de la denuncia, donde la comunidad se involucre con mayor consciencia colectiva sobre estos hechos que duelen igual o más que los sucedidos en la época colonial en 1492.
Esperamos que la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta de México, con la sensibilidad social que caracteriza a la también primera en el país y en América del Norte, haga historia también de la mano de los gobernadores, como el de Tamaulipas, el Médico Américo Villarreal Anaya, gente también sensible propio de todo galeno, en abordar la seguridad pública, como condición para el bienestar.
Ya que de sobra es conocido el asunto de la inseguridad es el “talón de Aquiles de los gobiernos”, siendo necesario estos retos se aborden con una visión integral, en coordinación y voluntad institucional que sabemos existe, por ser del mismo partido, pero aunque no fuera así, recordemos y hagamos memoria como en las cosas de la historia, que la seguridad pública, la justicia, y los derechos humanos, son temas de estado, es imperdonable su politización.
* Claudia Heredia es 𝐷𝑜𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎𝑑𝑎 𝐻𝑜𝑛𝑜𝑟𝑖𝑠 𝐶𝑎𝑢𝑠𝑎 en la UNAM. Máster en Derecho Público por la UANL. 𝐸𝑠𝑐𝑟𝑖𝑡𝑜𝑟𝑎 𝑦 𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑟𝑒𝑛𝑐𝑖𝑠𝑡𝑎 internacional. Reconocida Embajadora por la Paz, por Universal Peace Federation en Lima, organización adscrita con registro de estatus consultivo en Consejo Económico y Social de la ONU. Además CEO de Tribuna Noreste de México, Coordinadora de Asesores Expertos y Relaciones Internacionales.