MARÍA RAQUEL LARA ROCHA, ACADÉMICA CHILENA, EL ABORDAJE BASANDO EN EL AMOR SU OBRA E INVESTIGACIÓN EN PRO DE LA INFANCIA

ENTREVISTA EXCLUSIVA

PARTE I 

TRIBUNA NORESTE DE MÉXICO ¿Qué le impulsó a escribir el libro: Maed y su Viaje por la Vida con Amor y además los motivos para compartir esta historia?

MRLR.– Bueno, este libro fue resultado de varias experiencias personales que de alguna manera me fueron «empujando» a escribirlo, una de estas sin duda, entre otras cosas, determinantemente fue el hecho de la Universidad de la Frontera (UFRO) en la que por varios años integré la Comisión de acogida y seguimiento de estudiantes  de carreras de la Facultad de Educación.

Y no puedo dejar de mencionar que los niños que nacieron en familias muy pobres o de alta vulnerabilidad social que fueron institucionalizados en centros colaboradores del Servicio Nacional de Menores (SENAME) o en centros de reclusión cerrado, en definitiva representaron mi más importante inspiración. Estas problemáticas en algunos aspectos, hicieron conexión de manera especial conmigo, con la única diferencia que mis padres jamás pensaron en llevarnos a alguna institución. Decidí estudiarlas científicamente, convirtiéndolas en el tema de mi tesis para obtener el grado de Magister en Geografía.

Cuando obtuve el grado, volví a la Universidad con la idea de crear un Centro de Investigación sobre Desarrollo Infanto Juvenil y un observatorio de Infancia y Juventud, integrando a colegas de toda la universidad que investigaban o trabajaban con problemáticas de la niñez, invitando a mi colega Amelia Gaete trincado, para que juntas diéramos forma a estos proyectos y presentarlos a la Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humanidades a la cual pertenecíamos como académicas, afortunadamente resultaron aprobados. 

Tuve la oportunidad de desarrollar varios proyectos de investigación sobre las problemáticas de la infancia y juventud en los Centros Urbanos, en las regiones y el país y en las instituciones que existen para protegerlos, y publicamos los resultados en revistas de especialidad, capítulos de libros; y libros. Estas actividades ayudaron a configurar una serie de políticas públicas para mejorar las condiciones de la niñez de las familias pobres, y de aquella niñez que crece institucionalizada. Lo cual a la postre me llevó a crear junto con mi colega  Edoardo Tosti Croce de la Facultad de Medicina, un programa de ingreso especial a la Educación Superior para niños que crecen institucionalizados, aprobado por la UFRO replicable a otras universidades. 

Y debo mencionar que entre mis motivaciones, de compartir esta historia, a través del libro Maed y su Viaje por la Vida con Amor, lo fue honrar la memoria de mi madre, quien habiendo fallecido en 2019, a quien le había prometido que escribiría una serie de libros para que como dije honrarla, por educarnos, por avanzar ella en su propia educación, por su decisión de lograr su libertad financiera y personal al crear actividades económicas para ayudar a sostenernos, cuando niños nosotros sus hijos, lo que me hacía comprender mucho más la realidad de la niñez en situación de pobreza y en el campo. 

De esta forma, una llamada telefónica desde la UFRO que me comunicaba que habíamos aprobado el proyecto cátedra UNESCO que habíamos postulado, y que me invitaba a asistir a una reunión, como investigadora externa, me dio un nuevo impulso. Con ropa negra y un pañuelo de color en el cuello, me integré a la reunión, en la cual se trazaron los lineamientos de trabajo, dándonos como primera tarea, crear la agenda de la niñez año 2020 2026 para entregarla a todas las instituciones públicas y a los convencionales que estaban redactando la nueva constitución para Chile. 

TRIBUNA NORESTE DE MÉXICO: ¿Cómo fue el proceso de transformar sus recuerdos de la infancia en una narrativa literaria?

MRLR.- Transformar mis recuerdos de la infancia en una narrativa literaria, implicó un proceso creativo y reflexivo muy profundo, para convertir experiencias personales en historias significativas y universales. El primer paso fue ordenar cronológicamente mis diarios y agendas guardadas desde fines de los 50, hasta el año 2019, y recolectar los recuerdos más significativos de mi infancia. Confieso que algunos cuadernos habían sufrido daños significativos, y algunos habían desaparecido. Los primeros eran cuadernos regalados por mi madre, para que ensayara escribir, preparando mi examen de ingreso a la escuela del pueblo. Cuando me enseñó a orar, me dijo que escribiera mis oraciones directamente a Papito Dios, ojalá todos los días. Entonces se convirtieron en diarios de vida.

Traer a mi conciencia esos recuerdos de mi infancia, fue un trabajo muy laborioso ya que es necesario entender los dibujos y escritos que había estampado y ejercitar mi memoria, sobre los momentos específicos. Como éramos pobres, no existen fotos, por lo que estos recuerdos no vienen completamente formados, y es importante captar detalles sensoriales: olores, sonidos, emociones, y lugares que pueden darle forma. Digo, los recuerdos más significativos, porque no todos serán relevantes para la narrativa literaria.

Fue necesario seleccionar aquellos momentos que tienen una conexión emocional o simbólica, y puedan ayudar a desarrollar temas universales como la familia, la identidad, la pérdida, el crecimiento personal, el amor, la muerte, la esperanza, la libertad, la justicia, la superación, el poder, el conflicto, el perdón, la fe, etc., porque son experiencias humanas compartidas, sin importar la época o el lugar.

El proceso de selección me ayudó a organizar los recuerdos de manera coherente y significativa. Una vez seleccionados, me vi ante la necesidad de transformarlos en una narrativa. Aquí me enfrenté a la pregunta ¿Presento los libros como una autobiografía, como una novela basada en hechos reales, o como una historia ficcionalizada? Y decidí escribirlo como novela basada en hechos reales. Debemos tener en claro que los recuerdos son solo puntos de partida. Para hacerlos atractivos para el lector, es necesario construir un mundo literario o narrativo que sea inmersivo. Esto implica desarrollar personajes en toda su riqueza y profundidad; escenarios detallados, y tramas coherentes. Aunque los recuerdos pueden ser verdaderos, la narrativa necesita funcionar como una obra literaria, lo que requiere una construcción deliberada basada en los recuerdos.

Al escribir sobre mi infancia, a menudo me vi en la necesidad de explorar cómo esos momentos formativos han influido en mi vida adulta. Esto puede incluir reflexiones sobre por qué ciertos eventos fueron tan significativos y cómo esos momentos se conectan con emociones más profundas como la alegría, la tristeza, el miedo, fobias, la capacidad de amar, traumas, etc. 

La narrativa puede ser una forma de encontrar el significado en esos recuerdos. Una vez que la historia está escrita, el proceso de edición es crucial. Aquí es donde los recuerdos y las emociones son refinados, y donde se ajustan los detalles para que la narrativa sea coherente y atractiva. También es el momento de eliminar elementos que no contribuyen al desarrollo del tema central.

Este proceso requiere paciencia y una combinación de memoria y creatividad. Al hacerlo, intento transformar experiencias personales, en arte literario, creando una conexión entre mi pasado, al realizar un viaje desde el presente hasta mi infancia, para ir al encuentro de la niña de menos de 5 años, y regresar, dejando atrás aquello que desde mi inconsciente me frenaba aún en mi vida adulta, y valorando aquello que me potencia.

Esto queda claramente reflejado en una carta a mi niña interior incluida en el primer libro después del epilogo, donde cada año de vida es una puerta, pero sólo se abre la de mi infancia, dejando pendientes los otros tramos de mi vida, que prometen estar en los próximos libros.

En este primer libro, espero que los lectores experimenten una profunda conexión emocional con la infancia. 

TRIBUNA NORESTE DE MÉXICO ¿Qué esperaría que los lectores se lleven de esta primera entrega de la serie?  

MRLR.– En este primer libro, espero que los lectores experimenten una profunda conexión con la infancia, a través de MAED, empatizando con sus experiencias personales en el contexto de una familia campesina que enfrenta las dificultades y los desafíos de la vida entre el campo y la ciudad. Las emociones como el amor, el sacrificio, el resentimiento y la lucha diaria serán palpables en los todos los relatos. El libro también invita a reflexionar sobre el peso de las tradiciones y cómo estas moldean la vida familiar y personal. La tensión entre los sueños personales y las expectativas familiares será un tema central, brindando a los lectores una oportunidad para pensar en sus propias vidas y en las decisiones que enfrentan.

Una apreciación por la naturaleza, sobre la vida en el campo, el trabajo arduo necesario para sobrevivir y las habilidades de autosuficiencia que se transmiten de generación en generación, son fuente de grandes aprendizajes para los lectores. Esto podría inspirarles a valorar la naturaleza y cuidar los recursos disponibles.

El libro aborda la importancia de la educación y al crecimiento personal en condiciones difíciles, destacando la lucha de los personajes por brindarle una mejor vida a la siguiente generación a través del aprendizaje. Aunque se centra en una historia específica, los temas de identidad, familia, sacrificio y esperanza son universales, lo que permite a los lectores de diferentes orígenes encontrar puntos en común con la narrativa. Es decir, los lectores deberían salir de esta primera entrega con la sensación de haber sido testigos de una historia rica en emociones, sabiduría familiar, opciones de crecimiento personal, y con un profundo deseo de continuar explorando los temas de las futuras entregas de la serie.

TRIBUNA NORESTE DE MÉXICO: ¿Por qué eligió el título MAED y su viaje por la vida con amor? ¿Mi infancia entre el campo y la ciudad? ¿Qué significado tiene para usted?

MRLR.- Siento que el título Maed y su viaje por la vida con amor. Mi infancia entre el campo y la ciudad refleja adecuadamente el contenido de mi libro en varios aspectos claves:

Elegí el título Maed y su viaje por la vida con amor porque quise transmitir como idea central del libro, un viaje de una niña nacida en una familia campesina de escasos recursos, lleno de amor, sacrificio y lucha. A lo largo de los capítulos, procuro evidenciar que especialmente el amor, hacia la familia, hacia el hogar construido por su padre, la naturaleza, y hacia la vida misma, está en el centro de las experiencias vividas y narradas. El amor y la unión familiar en medio de las dificultades, subrayan el enfoque en el amor como fuerza conductora.

Mi infancia entre el campo y la ciudad, este subtítulo complementa perfectamente el relato. Mi libro narra las vivencias de una familia que transita entre dos mundos: el campo, con su vida rústica y su dependencia de la naturaleza, y la ciudad, donde se venden productos, se provisiona el hogar y se aspira a mejores oportunidades educativas y económicas. Los capítulos reflejan claramente esta dualidad y cómo Maed se ve influenciada tanto por las tradiciones campesinas de su padre como por las aspiraciones urbanas de su madre. En definitiva, elegí este título, porque capta la esencia del relato contenido en el libro, al integrar tanto la dimensión emocional y amorosa del viaje de Maed, como el contexto geográfico y cultural de su infancia.